Dia 20

La salida fácil no es tan mala después de todo

“Lleven mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas; porque mi yugo es suave y mi carga ligera.”

Mateo 11:29-30.

La ley es un peso pesado y agobiante. Pero cuando permitimos que Dios obre a través de nosotros, de repente esa carga se aligera. No se trata de que intentemos aplicar la ley, porque eso sería legalismo, que no justifica. Pero cuando andamos en el Espíritu, la ley se cumple por naturaleza.

Examina tu corazón hoy y pregúntate cómo has estado andando en el Espíritu últimamente.

¿Tus palabras se han basado en el amor? ¿Tus acciones han reflejado a Jesús? Ahora bien, uno podría preguntarse: “¿Cómo andamos en el Espíritu?”. Cada vez que Dios te habla y obedeces, has dado un paso en el Espíritu. Así que la clave para andar en el Espíritu es ser más sensibles a su voz y decidir obedecer de inmediato cuando lo escuchas hablar.

Así que dedica tu día de hoy a escuchar atentamente la voz del Señor. Entrégate a Jesús y descansa de tus propias obras y buenas acciones. Deja que Dios obre a través de ti. No está mal anhelar hacer las obras de Dios.

Lo más probable es que cualquier obra que estés haciendo provenga del Señor. Pero dedica este día a confirmarlo en oración. Si Dios no está obrando a través de ti, entonces estás siguiendo tu propio corazón y no estás llevando el yugo suave y la carga ligera de Dios.

Oración

Señor, por favor, abre mis oídos para escucharte con más claridad. Hoy decido descansar de mis ambiciones y buenas obras. Oro para que tu Espíritu me muestre cómo manifestar tu amor hoy. Por favor, confírmame que estás obrando a través de mí, y si hay alguna forma en que no lo estés haciendo, te ruego que me convenzas de detenerme. Así, tu Espíritu Santo, y no mi carne, obrará. Amén.