Dia 30

Da fruto en cada estación

 

“Y viendo una higuera junto al camino, se acercó a ella y no halló en ella nada más que hojas, y le dijo: ‘Nunca más nazca de ti fruto’. Al instante la higuera se secó.” Mateo 21:19

La higuera se cosecha en otoño, pero Jesús vino a buscar fruto en primavera. ¿Por qué maldeciría Dios al árbol, entonces? ¿Qué intención tendría al hacer esto? Está escrito: “Predica la palabra; prepárate a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 2 Timoteo 4:2

El Señor te manda a estar listo, a tiempo y fuera de tiempo, para dar el fruto del Señor. Camina en su amor, incluso cuando la vida no sea la adecuada. Si caminas en el Espíritu, entonces el fruto del Señor debería estar a plena vista todo el día, todos los días, todo el año.

Examínate y piensa: si Dios recorriera tu corazón ahora mismo, ¿qué encontraría? ¿Estaría complacido? ¿Qué pensaría Él al abrir el armario y encontrar algo desagradable acechando allí?

Que no haya problemas ocultos, sino que se purifiquen permaneciendo continuamente en el Espíritu. Dos de las mejores maneras de lograr esto son la oración constante y la adoración continua.

Como está escrito sobre la oración: “…oren sin cesar…” (1 Tesalonicenses 5:17)

Y también: “Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias…” (Colosenses 4:2).

Oren sin cesar, todo el día y todos los días. ¿Lo has practicado alguna vez? ¿Te has propuesto orar en todo momento y estar en constante conexión con el Señor, siendo sensible a su voz?

Cuanto más ores y más adores, más sensible te volverás. Entonces, cuando Él te hable, lo escucharás y lo entenderás con claridad. Cuando comprendas y obedezcas, darás el fruto de Dios.

Haz esto siempre y practica su amor hacia todos tus conocidos.

 

Oración

Me comprometo a dar fruto para ti siempre. Jesús, recorre mi corazón ahora mismo, y si hay algo en mí que te desagrada, por favor revélamelo y límpiame.

Enséñame a vivir en santidad y piedad en ti en todo momento. Sálvame de las distracciones ociosas y ayúdame a concentrarme en tu voz, para que pueda vivir en ti sin obstáculos. En Tu nombre Jesús lo pido, amén.

 

Siguiente
Siguiente

Dia 29