Día 17
Lo que se necesita para ser digno
“No piensen que vine a traer paz a la tierra. No vine a traer paz, sino espada. Porque vine a ‘poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra’; y ‘los enemigos del hombre serán los de su propia casa’. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí. Y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.” Mateo 10:34-37
A veces no sabes cuánto necesitas a Jesús hasta que Él es todo lo que tienes. Amigos y familiares te abandonarán, pero Él siempre te amará. Ponlo primero en todo. Asegúrate de tomarte el tiempo que necesitas para refrescarte en Su presencia diariamente.
Muchas prioridades nos alejarían de meditar en el Señor, pero debemos recordar reorganizar nuestros pensamientos y vivir para Su voluntad.
A veces, los de nuestra propia casa serán nuestros enemigos, y parecerá que no tenemos ningún amigo en el mundo. Pero ya sea que te traten bien o te persigan, pon a Dios primero, porque incluso tu familia puede convertirse en un ídolo.
Examínate hoy: ¿Honras a quienes el Señor no honra? ¿Temes a un amigo o familiar y te niegas a sacrificar tu paz con él o ella, la cual solo has alcanzado ocultando tu luz? Si de verdad amas a los demás, debes mostrarles cuánto necesitan a Jesús. De lo contrario, irán al infierno y estarás separado de ellos para siempre cuando regreses a casa con el Señor.
Así que muéstrales amor verdadero y no temas romper la paz del hogar compartiendo a Jesús. Si tienes que apartar al Señor de tus labios para tener paz, entonces es una paz falsa, a la que Dios no te llama. Sería mejor estar en desacuerdo con alguien a corto plazo para poder recibirlo como hermano o hermana para siempre.
Entonces, en ese momento, la verdadera paz inundará tu hogar. Si tu familia es salva pero peca, debes reprenderlos para que se arrepientan. No pienses que estás manteniendo la paz manteniendo la tuya. Si los amas, hablarás y los ayudarás a llegar a un acuerdo pacífico con el Señor.
Porque como leemos: «Mejor es la reprensión manifiesta que el armor oculto. Fieles son las heridas del amigo; profusos los besos del enemigo». Proverbios 27:5-6 NVI.
Oración: Sé que viniste a traer paz entre el Padre y yo. Pero sé que mi paz contigo traerá una espada entre mí y mis miembros incrédulos. Sé también que mis hermanos en ti no siempre andarán rectamente contigo. No ocultaré mi amor por ellos. Dame palabras por ellos, para que se arrepientan.
Prefiero estar en paz contigo, amándote con todo mi corazón, alma, mente y fuerzas, que permitir que mi relación con ellos se convierta en un ídolo. Si alguno no te recibe, y deseas que lo deje para poder concentrarme en el reino, te obedeceré. Solamente que tal circunstancia sea tu mano guiándome y no mi propio corazón corriendo. Amén